Durante el camino, tu cuerpo se enfrenta a diversos climas, tipos de caminos y esfuerzos. Por ello podrías experimentar descompensación física y hasta desmayos.
Para procurar reducir estos riesgos, intenta:
– Alimentarte y tomar agua potable constantemente, aunque no tengas sed.
– Proteger tu cuerpo del sol y el calor cubriendo tu cabeza y brazos.
– Descansar cada 1 o 2 horas, especialmente cuando el sol es más fuerte.
– Escuchar tu cuerpo para reconocer muy pronto las señales que te envía y actuar a tiempo.
Las principales señales físicas son: mareos, visión borrosa, debilidad, dolor de cabeza, confusión, calambres musculares, piel fría y sudorosa o piel muy caliente y seca. Ante cualquiera de esas señales, intenta descansar, hidratarte, alimentarte y buscar ayuda si fuese necesario.


